Un estudio del Dartmouth College (Estados Unidos), publicado en PLOS ONE, demuestra que observar fotografías de comida que incluyan la información calórica del alimento hace que el cerebro active menos su sistema de recompensa y muestre una activación mayor del sistema de control, lo que implica que los alimentos se vuelvan menos deseables una vez que se conocen sus calorías.
Fuente: Redacción Médica