La undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) recoge la enfermedad cerebrovascular entre las del sistema nervioso y no del aparato circulatorio, como en anteriores versiones. Esto implica que ya no se debe incluir al ictus como enfermedad cardiovascular, un reconocimiento por el que los neurólogos llevan años luchando.
La CIE-11 aún no ha sido implementada en los sistemas de registros, aunque se publicó por primera vez en 2018 y fue respaldada oficialmente por todos los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la 72ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2019.