El desgaste de la vasculatura es extremadamente importante en el proceso del envejecimiento, pero su impacto en dicho proceso se ha subestimado por la dificultad de estudiar cómo envejecen las células arteriales. Ahora, un equipo de científicos ha utilizado células de la piel (fibroblastos) para crear con éxito células de vasos sanguíneos que retienen sus marcadores moleculares de la edad.
Hace unos años, este equipo demostró que los fibroblastos podían ser reprogramados directamente para dar lugar a neuronas, saltándose la etapa de células madre pluripotentes inducidas que borraba las firmas de envejecimiento de las células. Las células cerebrales resultantes conservaron sus marcadores de edad, permitiendo a los investigadores estudiar cómo las neuronas cambian con la edad.