Las guías de buena práctica clínica son una herramienta útil que sirve para guiar a los profesionales de la atención primaria a reconocer ciertos comportamientos relacionados con patologías neurológicas, para poder remitir al paciente al especialista adecuado en caso de ser necesario. También para que el tratamiento del paciente con enfermedades neurodegenerativas, que a menudo es compartido por el especialista y el médico de atención primaria, pueda llevarse a cabo de la mejor manera posible.