Cada vez es mayor el número de estudios que demuestran que el colesterol elevado no solo aumenta el riesgo de desarrollar aterosclerosis y, por tanto, de sufrir un infarto o un ictus. De hecho, es bien sabido que las cifras altas de colesterol a lo largo de la vida incrementan el riesgo de deterioro cognitivo y, por ende, de demencia, caso muy especialmente de la enfermedad de Alzheimer.
Fuente: ABC Salud.es