La escena se repite en muchos hogares y hospitales: hijos o nietos tratando de alimentar a la fuerza a los mayores, como si fueran pequeños en su edad más rebelde. Sin embargo, su falta de apetito no es una pataleta sin sentido, sino un síntoma con serias consecuencias que afecta a más de 8 millones en España.
Fuente: EFESalud