Cada vez hay más evidencias de que nuestros hábitos de vida, muy especialmente de aquellos nocivos, tienen efectos que pueden trascender nuestra propia salud. Es el caso, por ejemplo y sobre todo, de las mujeres embarazadas, que en caso de fumar condicionan, y mucho, la salud de su futuro hijo. Pero aún hay más. Este perjuicio del tabaco durante la gestación puede incluso llegar hasta los nietos. Y es que como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido), las niñas nacidas de madres cuyas progenitoras –o lo que es lo mismo, las abuelas– fumaron durante su gestación tienen un riesgo muy, pero que muy superior de padecer un trastorno del espectro autista (TEA).
Como explica Jean Golding, directora de esta investigación publicada en la revista «Scientific Reports», «es bien sabido que proteger a un bebé del humo del tabaco es una de las mejores cosas que puede hacer una mujer para ofrecer a su hijo un buen estado de salud en el comienzo de su vida. Y ahora, nuestros resultados muestran que el no fumar durante el embarazo también ofrece a sus futuros nietos un mejor comienzo»…
Fuente: ABC Salud