La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG, recuerda que el 32% de las personas mayores de 65 años presenta alteraciones del sueño. Un porcentaje que aumentará en los días posteriores al cambio de hora, ya que las personas mayores son especialmente sensibles a estas alteraciones de luz solar.
Dormir mal puede causar complicaciones como la hipertensión, depresión o enfermedades cardiovasculares, además de estrés, irritabilidad y cansancio físico.
Dormir es una actividad absolutamente necesaria durante la cual se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles. No obstante, la necesidad de sueño cambia en cada persona, de acuerdo a la edad, estado de salud, estado emocional u otros factores.
Fuente: segg.es