Un trabajo ha analizado las propiedades que deberían tener los biomateriales del futuro para poder adaptarse y mimetizar al cerebro, un órgano cuya composición, propiedades mecánicas y fisiológicas representan todo un desafío tecnológico, sobre todo considerando la multitud de enfermedades graves que pueden afectarlo: ictus, cáncer, patologías neurodegenerativas, trastornos psiquiátricos…
Si bien no hay por el momento un biomaterial ideal para el cerebro, se han desarrollado alternativas muy prometedoras como materiales supramoleculares poliméricos e inyectables para tratar tumores cerebrales, o polímeros conductores para su uso como interfaces cerebrales.
Fuente: Neurologia.com