Los trastornos del sueño pueden advertir sobre el empeoramiento de los pensamientos suicidas en los jóvenes, independientemente de la gravedad de la depresión de un individuo, según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en Palo Alto (Estados Unidos).
Aunque ya se habían evaluado previamente los trastornos del sueño como un factor de riesgo de suicidio, ningún análisis había investigado objetivamente el sueño perturbado como un indicador de riesgo a corto plazo. Este trabajo recogió características de sueño tanto objetivo como con la información aportada por los jóvenes con alta probabilidad de suicidio.
Fuente: Redacción Médica